Molí del Salt. Benilloba

Si la primavera es todo colores y olores, el otoño no va a ser menos; el cambio cromático de los chopos amarillos, los caquis naranja y el fuerte olor de la hojas secas invaden todos nuestros sentidos.

El curso del río Frainós ó Penáguila se abre camino entre los campos de cultivo, para entrar en un angosto barranco que cruza un antiguo acueducto musulmán y poza tras poza se va precipitando hasta llegar a El Salt, lugar donde se encuentra el Molino que inicialmente producía harina y mas tarde ilumino el pueblo mediante su central eléctrica. Finalmente, el río abandona el lugar formando una hoz de esbeltas choperas, a las que el viento reanima continuamente. Los accesos y caminos al lugar han sido rehabilitados para una mejor protección del entorno.
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