Nos encontramos de nuevo en Marruecos. Esta vez, además de volver a pisar la Medina Djemaa El Fna con el Zoco y sus 5.000 callejuelas y la mezquita de Koutoubia, nos fuimos de excursión a las cascadas de Ouzoud (aceituna, en lengua berberisca). A 150 km de Marrakech, el rio Abid forma estrechas gargantas y una caida de 110 metros de altura con una impresionante catarata. Un sendero turístico nos lleva rio abajo donde existen varios restaurantes, donde por 5 euros (50 DH) se puede degustar un sabroso menú. No faltan los puestos de regalos y souvenirs y los famosos macacos de berbería (Macaca Sylvanus) en estado salvaje aunque no dudan en tomar de la mano lo que les ofrecen los turistas. Se puede acceder también a la parte baja del rio por el otro márgen. Es un camino poco conocido ya que se aleja de la muchedumbre y pasa por tupidos campos de olivos. Se puede ver a los aldeanos en sus labores del campo y a los chavales llevando botellas de refrescos a lomos de sus burros. De nuevo en Marrakech, no hay que dejar de visitar el Palacio Real y sus jardines. Se puede observar nidos de cigüeñas por toda la antigua muralla.
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