Año tras año acudimos a este parque acuático todavía salvaje. Un auténtico paraiso para los amantes del barranquismo, con unas pozas que invitan al salto desde una considerable altura, cosa poco común en estos lares. En esta ocasión no fué menester montar los rapeles puesto que el crecido caudal lo permitió. Y para reponer energias nada como una comida al sol en la terraza del restaurante Benifato con las impresionantes vistas de la Sierra de la Serrella ... Disfrutad de estas fotos donde se aprecia el disfrute de los afortunados barranquistas.
miércoles, 29 de abril de 2009
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